martes, 1 de mayo de 2012

Efectos secundarios


EFECTOS SECUNDARIOS

Pese a todos mis esfuerzos no conseguí conciliar el sueño hasta las pasadas las dos de la madrugada. En mi cabeza aparece el vago resplandor de la excelente mopa limpiadora al vapor Sky-Lab 3000; ¿o era Aramis Soler prometiendo la prosperidad con su limpieza de áurea? Soñar despierto es tan peligroso como no soñar en absoluto; consigues unos instantes refrescantes en el mar de la evasión, pero la resaca siguiente suele  ser tan ingrata como la abstinencia de la realidad.

Josefa vino a buscarme para ir al Nova Karma Innovations como habíamos acordado. Andrés, dijo, están seleccionando a gente para estudiar un nuevo medicamento para trastornos del sueño. Según ella, que me conoce bien en la superficie y en la intimidad; un tipo como yo insomne, obsesivo, deprimido, irascible e hipocondríaco en extremo; es un candidato perfecto. Tengo  problemas económicos y académicos. Me paso las noches en el sofá viendo series de TV, en duermevela. Cuando aparece la sorpresa de alguna cabezada, me asombran en la pantalla los infocomerciales o los cartománticos de turno: “...pero si tienes algún problema, si no puedes esperar, llama ahora y nuestro equipo de profesionales, te atenderá gustoso...”. Realmente, ¿quien puede atravesar la oscuridad del futuro?.

Tras el proceso de selección, firmamos un contrato de asistencia y confidencialidad. Tomábamos  la medicación diariamente  frente al equipo de investigación. Los doctores, un hombre y una mujer de mediana edad, gemelos, bien parecidos, nos hacían diariamente su batería de preguntas:

¿Nombre?...  ¿Profesión ... ¿Estado Civil ... ¿Si fuera un color sería?... ¿Si fuera una estación del año sería?... ¿Si fuera  una maquina seria?... ¿Si fuera un lugar geográfico sería...? ¿Cuál es su día de la semana favorito?... ¿Si fuera un sentimiento sería? ... ¿Si fuera un animal seria?... ¿Si tuviera un millón de euros que haría?...

Pagaban bien; no me importaba responder casi sinceramente a la batería de preguntas. Contestaba casi siempre igual, salvo la pregunta del millón, que variaba en función de la inspiración del momento o de la codicia presente. Cada día hablábamos sobre el experimento, las absurdas preguntas, los gemelos, sobre qué haríamos con las futuras ganancias. A veces pactábamos respuestas imposibles. No comentábamos los efectos de las cápsulas que ingeríamos. Al principio    no note nada especial. Las noches seguían su liturgia habitual. Cena a las ocho. Unas horas con el ordenador: correo, chat; atracar la nevera para tapar el agujero de la ansiedad y la primera serie de TV a eso de las diez... No recuerdo bien pero apareció entre sueños la primera vez. Era idéntica a mí; pero no era yo, sino ella. Mi sonrisa, mis ojos, mis gustos, mis metas; quizás algo mas resuelta, inteligente... Desaparecía dejándome la sensación de una visita  intensa y precipitada. Creo que cada vez que el sueño me vencía, ella tomaba las riendas gestionando mi conciencia y mis quehaceres.

Al cabo de unas semanas mis declaraciones a la cuestión del millón fueron más creativas e íntimas: se volvieron más intuitivas, sin proponérmelo; con un matiz práctico y elaborado. Pude observar a la vez que se abrían brechas para  proyectos altruistas en la planificación; noté podía estar escribiendo la respuesta al tiempo que imaginaba la ruta mas próxima al supermercado, el menú de la semana, cuando iba a organizar de una vez los armarios o decidiendo  si no me regalaba un abono completo a la revista Emprendedores. Era como  poder hacer varias cosas al mismo tiempo.

Recientemente  Nova  Karma Innovations  ha contratado a dos auxiliares de informes, Andrea y José,  por necesidades de producción en el servicio nocturno; ambos comparten piso desde hace un mes.




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