Yellow Submarim
Security se había instalado en la
Comunidad Valenciana importada por un rico ranchero fan del mítico cuarteto de
Liverpool en la época en que comenzó a despuntar el turismo en Benidorm. Alcanzó
la cima entre las compañías de Control de Accesos y Seguridad Privada gracias
al auge renovador y festivo de la Valencia
ponte Guapa y los Macro Proyectos de Rita Barbera: desde Circuito Ricardo Tormo hasta los
trabajos y los días de Calatrava; incluido el flamante Circuito Urbano de Formula I.
“Nena, tu si que vales...”, se dijo Martín, cuando le hicieron fijo en el turno
de noche que controlaba los accesos de la Ciudad de las Ciencias.
Escuchaba Cadena 80 Serie Oro a volumen considerable. Silvio Rodríguez le
acompañaba, entre causas y azares (“...cuando
Pedro salio en su ventana; no sabia, mi
amor, no sabía, que la luz de esa clara
mañana, era luz de su último día. Y las
causas le fueron cercando, cotidianas, invisibles; y el azar, se le iba
enredando poderoso; invencible...), hacia
la puerta de su habitación mientras recogía el uniforme de trabajo: una
camisa caqui con ribetes amarillos; en las tapas de los bolsillos esa gama
cromática se hacia más intensa. La tela era algo basta. El pantalón le venía un
poco estrecho.
El Logotipo
de la empresa consistía en unas bandas de amarillo ocre en forma de aspa y el
nombre de la corporación en letras capitales circulares a cada lado de la X.
En más de
una ocasión, las miradas de algunas mujeres, con intenciones evidentes y prometedoras,
se fijaban en él. ente halagado y nervioso, en esos momentos sentía,
incomodado, una jauría de hormigas pateándole el rostro; rápidamente fingía
trabajo o gestiones en otro lugar.
Su coche
oficial, un castigado Seat Córdoba, exhibía
las marcas amarillas en las puertas. Desde
Ribaroja tomaba la M30 para incorporarse hacia la Pantera Rosa y luego ascender
por Hermanos Maristas para llegar a la entrada del Centro comercial. Veinte
Minutos de trayecto, normalmente tranquilo. La radio hacía soportables más las
rondas.
En cuanto
subió al coche buscó en el dial Radio
5 Todo Noticias. Se detuvo al oir: “¡Prohibido el amarillo! Es un microespacio de Radio 5 Todo Noticias
dedicado al mundo del teatro...Un telón alzado por Berta Tapia para Radio 5
Todo Noticias ¡Apaguen sus teléfonos móviles porque el espectáculo va a
comenzar! ¡Julio Pedrosa combina Circo y
Teatro en las Termas de la risa.”
Se desvió de
la carretera de Madrid y cogió inconsciente la circunvalación, esa serpiente
perezosa sobre el cauce del río,
insufrible y torpe en hora punta, cuando más se la necesitaba. Subía por
el puente y no vio como le vino encima;
los faros del camión le cegaron. Dio un brusco giro a la derecha en un intento
reflejo de salvar lo evidente: su vehículo se precipito al cauce seco. Tras el
golpe y antes de la explosión que saludó la ciudad minutos después como una anticipada
Nit del Foc, la radio seguía diciendo: “...De
amarillo iba vestido el gran Moliere el 17 de febrero de 1.673 cuando, en plena
actuación de su obra, "El enfermo imaginario", sufrió un horrible
ataque de tos que lo llevó a vomitar sangre sobre el escenario, a manchar de
rojo su traje amarillo y a morir unas horas más tarde. El desgraciado episodio
modificó para siempre la historia del teatro, desde ese día, vestirse de
amarillo pasó a ser sinónimo de mala suerte y a estar "absolutamente prohibido" para todos los
actores del mundo.” Nadie se supo como salió al aire el genial programa radiofónico, que dejo de emitirse el
6 de Julio del año anterior. Nueve meses antes un joven auxiliar de control de
accesos recibía con alegría la firma de su primer contrato fijo.